lunes, 7 de junio de 2010

Por acción, por omisión, por negligencia, por desinterés...


El otro día atropellé a un pobre gorrión que apenas podía volar. Fue algo inconsciente, ya que no lo vi. Unos minutos antes le había enseñado el pajarillo a mi hijo y lo habíamos dejado donde estaba, con la esperanza de que sobreviviera.

Aunque estas líneas no lo van a volver a la vida, sirvan para dejar constancia de la pena que me produjo y en su honor me gustaría hacer una pequeña reflexión acerca de cómo nuestra acción, nuestra inacción o nuestra indiferencia, están poco a poco modificando el entorno en el que vivimos, degradándolo aceleradamente y descompensando el delicado equilibrio en el que se encuentra.

No es que podamos atribuirnos todos los "males" que hacemos a nuestro ecosistema, pero está claro que si deberíamos tomar partido y desempeñar en nuestro quehacer diario actitudes que fomenten el respeto al planeta en el que vivimos y a los seres vivos que lo habitamos. Últimamente la naturaleza nos está advirtiendo del poder que tiene y del enfado que le provocan nuestros actos. Deberíamos tomarnos estos sucesos como señales de irritación de la Tierra y reconducir el camino de destrucción que hemos iniciado.

jueves, 3 de junio de 2010

Lo que de verdad importa


Posiblemente a muchos de vosotros también os preocupe lo que pasa a miles de kilómetros de donde os encontráis. De nuevo, con la excusa de un armamento inexistente, se utiliza la fuerza de las armas para impedir la llegada de ayuda humanitaria.

Es vergonzosa la declaración de la ONU, a la que aún no ha llegado la verdadera democracia, en la que, con la connivencia y el veto de los de siempre, se obvia condenar lo que es un evidente acto terrorista.

No he escuchado lo que piensa verdaderamente de esto el último premio Nobel. Intuyo que nos quedaremos con las ganas.

Me duele mucho que un pueblo que ha sido tan masacrado utilice los mismos argumentos y las mismas acciones para infrigir su personal venganza.

Está claro que de este modo no se van a abrir cauces de entendimiento y diálogo, y que los que necesitan poco tendrán "justificación suficiente" para continuar con su ofensiva.